El ámbar, una gran gema protectora

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El ámbar es una gran fuente de protección, pues alguna vez fue vegetal y ahora es mineral, debido a que es una resina fosilizada de árboles coníferos como el pino, lo que le permite transmutar la mala energía, la envidia, el mal de ojo, y lo negativo, en luz. Es poseedor de la luz de la iniciación, lo que lo lleva a alcanzar el alma del portador, ayudándolo a generar la visión de la verdad.

Este vegetal petrificado se ha sido usado milenariamente como una fuente de magia, usado para conectarnos con vidas pasadas y aprender de ellas para seguir nuestro camino día a día con una nueva lección, favorece el estado mental positivo, estimula la creatividad, atrae el amor, amigos y compañeros, y aumenta la felicidad.

A su vez, es un poderoso sanador y limpiador de chakras, entregando más vitalidad, eliminando el estrés, favorece la paz, estimula la confianza y en algunos casos favorece la fertilidad. Se recomienda como antibiótico, e incluso ayuda a controlar la fiebre cuando se sostiene en la mano.

Un trozo de ámbar en la pieza de los niños, los va a proteger; en la oficina, creará ambiente positivo; en el bolsillo, nos librará de la gente “chaquetera” que tiran abajo nuestro trabajo.