[Historia Hot] El destino y la noche nos unieron

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Las aventuras de la universidad son las que nunca se olvidan y mi amiga Marce, hizo de un simple paseo de U, una historia inolvidable.

Estaba en el último año de carrera y para celebrar el egreso, Marce y sus amigo decidieron hacer un viaje a la playa. Hace un tiempo atrás había tenido onda con uno de sus compañeros, pero su relación nunca prosperó, pese a eso ella sentía un poco de nervio al saber que después de tanto tiempo volvería a pasar un fin de semana con él.

Partieron, ella se fue en el mismo auto que el chico, conversaban pero nada relevante y sentía que había buena onda, pero que ya no pasaba nada. Llegaron, empezaron a sacar los bolsos, eligieron las piezas y armaron la fiesta. A medida que la noche avanzaba, las cosas se iban poniendo más intensas y Marcela se armó de valor y decidió sacar a bailar a su compañero, él aceptó y estuvieron gran parte de la noche bailando y conversando, a esa hora muchos ya habían caído, pero Marcela y su chico seguían de fiesta.

Estaba por amanecer, él se paro y le dijo a que se iba a ir a acostar, ella le responde que también irá va a ir a dormir. Para su sorpresa todas las camas habían sido ocupadas y la únicas disponibles estaban en la misma habitación, aún así se fueron a acostar y al apagar la luz…él se para abruptamente y entra en la cama de Marcela, se miran y de manera fugaz comienzan a besarse. La temperatura de sus cuerpos subía, obligándolos a sacarse la ropa, ella estaba emocionada y al mismo tiempo muy confundida, no sabía si realmente quería acostarse con él. Su cuerpo le decía que sí, su mente le decía no sé y cedió.

El comenzó a besar cada parte de su cuerpo y ella a él, poco a poco fueron bajando el ritmo, hasta que él comienza suavemente a tocarla, Marcela suspira y él entra en ella. Primero muy suave, luego intenso, ella quería más y se pone sobre él, comienza a hacerlo a su ritmo, lo maneja bien, se conoce y sabe hasta donde llegar. Terminan juntos en un vaivén de sensaciones que nunca pudieron olvidar y por eso nunca más se volvieron a alejar.