Este es un ejercicio de meditación, muy simple, y que produce resultados profundos y de gran alcance. Si se realiza de manera correcta, experimentará un estado de paz, con sensación de júbilo que se expande por el corazón, penetrando cada célula de nuestro cuerpo.
– Desde su corazón, imagine que va saliendo una luz amarilla, dorada, en forma de remolino, y esto va abarcando su campo áurico, e incluso puede extenderse a la casa, la ciudad, hacia todos lados.
– Este remolino de luz amarilla o dorada, se lo puede enviar a las personas que están enfermas, a sus seres queridos, y es una forma de enviar energía, amor universal, salud y benevolencia.
Así además, usted termina su angustia, se ensancha el pecho y el corazón se tranquiliza, se aligerará la carga emocional que se lleva, pues actúa como una bola de fuego de llamas que consume toda la negatividad que llevamos dentro, las preocupaciones, ansiedades y problemas.
Se realiza una curación vibracional, y el mundo comienza a sentirse como un portal de curación del corazón. La vida se vuelve cada vez más centrada si aprendemos a hacer esta meditación de manera seguida, lo que conlleva a que no nos hundiremos en las penas y la ansiedad. Este corazón dorado de luz derrite las paredes del miedo, dolor, resistencia e ingratitud que impide amar de verdad.
