La biodanza es un sistema de autodesarrollo creado por el chileno Rolando Toro , que utiliza la vivencia integradora como un sistema de aceleración de procesos integrativos a nivel celular, metabólico, neuroendocrino, inmunológico, hormonal, cortical y existencial dentro de un ambiente de música, danza y encuentro que ayuda a la transformación.
Utilizando el sentir que provoca la música, conjugado con el sentimiento para profundizar con el yo interno, el objetivo es promover la integración con uno mismo, con nuestras emociones y como la expresamos, permitiendo reencontrar la alegría y el placer de vivir.
Así se estimula la vitalidad, creatividad, sexualidad, afectividad y trascendencia, con música específica, movimiento integrado, caricias y compartir grupal, elevando así la calidad de vida, reforzando la identidad y el amor propio y con la comunidad, elevando así la comunicación afectiva y efectiva.
Es un camino hacia la salud, expresado en cinco funciones universales que son sus principales estimulantes potenciales:
1) Vitalidad: Conexión con la energía y fuerza interior, con gestos expresivos que nos ayudan a busca un estilo de vida saludable, basado en la autorregulación orgánica, aumentando la percepción positiva de los hábitos alimentarios, de sueño y ejercicio.
2) Sexualidad: Rescata la capacidad de sentir placer y disfrutar el día a día, sintiéndola como facto integral en la vida humana, disfrutando nuestro cuerpo con un baño caliente, sabores y placeres simples.
3) Creatividad: Busca estimular el potencial individual, creando su propia existencia, creando, alcanzando y renovando sueños.
4) Afectividad: Se van creando vínculos de solidaridad y amistad, estimulando la capacidad de relacionarse con otros, expresando lo que siente y desarrollando empatía. Esta es la base de cualquier vínculo humano saludable.
5) Trascendencia: Vínculo esencial con todo lo existente, con todo el cosmos, humano y no humano: trascender equivale a ir más allá, expandir lo límites, conectándonos con la naturaleza y encontrando sentido a nuestra existencia.
Así la Biodanza previene y disminuye el estrés, ayuda a superar la depresión, estimula la energía vial, fortalece el autoestima, cultiva la afectividad, motiva para el cambio, ayuda en la construcción de estilos de vida saludable.