El sol no sólo nos da luz y calor, sino también es factor importantísimo de la generación de la vida en nuestro planeta. A su vez es el responsable de nuestra cadena alimenticia, los ciclos del agua, equilibrando la naturaleza, ecología y en general, todo lo que está ligado a la vida en nuestro planeta tierra.
Los rayos solares están asociados a radiaciones dañinas que pueden llegar a producir graves enfermedades como el cáncer, pero también puede tener relación directa con beneficios terapéuticos, como por ejemplo los relacionados a la vitamina D, que es la encargada de la absorción de calcio y magnesio, y la vitamina A, que se adquiere por la exposición al sol.
Hay que observar cuando las radiaciones UV son menores antes de exponerse al sol, y se torna ideal cuando uno lo puede hacer descalzo y la espalda recta, ya sea sentados o parados. Lo ideal es disfrutar de los rayos solares muy temprano, cuando recién comienza el día, o cuando ya va en retirada, pues así es menos riesgoso.
Si uno logra mirar o exponerse al sol de manera contemplativa el sol unos 15 minutos diarios, ya podrá obtener resultados a los 3 meses, tales como comenzar a desprenderse de inseguridades, miedos, celos, depresiones y toda la negatividad que nos bombardea día a día. Exponerse cuidadosamente al sol, logra mejorar la digestión, nutrición, acelera la circulación de la sangre y elimina las impurezas a través de la piel.
Se puede energizar el agua con el sol, colocando un recipiente con tapa de cristal durante todo el día bajo los rayos solares, luego dejarlo a la sombra sin refrigerar nunca. Se bebe y sus efectos pueden llegar a durar 24 horas.
El Sol es un ser poderoso, con un alma que puede sintonizar con quien lo contempla, pues no olvidemos que es el mismo sol el que rige a todos los planetas del sistema solar, por lo que si logro equilibrio y armonía con el sol, también lo puedo hacer con la tierra y sus planetas.
