¡La falta de camas en los hospitales se convirtió en un gran negocio con dineros públicos para las clínicas privadas!

Cuando un paciente crítico de Fonasa, por falta de camas, es derivado a alguna clínica privada en lugar de ser atendido en un hospital público, el Estado paga en promedio casi tres veces más. A partir de datos obtenidos por la Ley de Transparencia, el gasto promedio de un paciente de Fonasa trasladado al sector privado es de $11 millones, versus los $4 millones que demanda su atención en la red pública. La mayoría de los casos derivados son de personas en estado grave que requieren con urgencia una atención, pero que no pueden ser asistidas en la red pública por falta de cupos para su internación, equipos o personal médico necesario en las unidades de UTI y UCI. Se pone en evidencia el déficit de infraestructura de la salud pública, en donde el Estado toma como única opción, el comprar camas en el sector privado, en vez de invertir en la construcción de hospitales públicos de alta complejidad.