Allá por el 2006-2008, los chalecos de este estilo vivieron su mayor apogeo. Actualmente se ha convertido en una de las piezas fundamentales para cualquier look masculino. Desde la oficina hasta para el fin de semana. Verás su versatilidad con 3 looks para llevar un cárdigan.
En la oficina
Si tu vestimenta de oficina te permite vestirte más casual, un chaleco cárdigan con una camisa azul y unos pantalones chinos en color beige puede ser una opción fantástica, incluso esos días que no sabes que ponerte.
Con un traje
Los cardigans no están hechos solo para momentos relajados. Un cárdigan para hombre puede ser un aliado perfecto para los trajes masculinos. Por ejemplo, un traje azul, con cárdigan gris y corbata. Fácil y rápido. Pero, además, si le quitas la chaqueta de traje y, si quieres, la corbata, te queda un look smart-casual impecable.
Fin de semana
¿Te acuerdas de Kurt Cobain? Camiseta blanca, jeans, zapatillas y un cárdigan. Pues este look para los fines de semana no puede ser más cómodo.