Chemtrails: Amenaza desde los aires

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Me imagino que más de alguna vez al mirar al cielo has divisado unas líneas blancas que se trazan y entrecruzan, similares a las de los conocidos “aviones a chorro” pero que persisten por mucho más tiempo. Se les puede ver surcando los cielos de Europa, EE.UU. y América del Sur, sin ningún tipo de identificación. Estamos hablando de los famosos Chemtrails, aeronaves creadas para arrojar tóxicos y sustancias biológicas sobre grandes ciudades alrededor del mundo.

Avistados por primera vez a partir de los años 90, este fenómeno ha causado gran interés por parte de los medios de comunicación y la una alta preocupación de los residentes de las regiones afectadas, sobre todo por el creciente número de pacientes con condiciones neurodegenerativas, particularmente el índice del Alzheimer se ha elevado exponencialmente.

Pero ¿Qué están arrojando exactamente los Chemtrails sobre la tierra?

La respuesta es: tóxicos y sustancias biológicas. Gracias a pruebas que se han realizado sobre el terreno afectado, en los lugares donde frecuentan estas aeronaves, se han encontrado altos niveles de metales pesados tales como aluminio y bario.

En muchos casos, el agua que se encuentra cerca de los lugares de fumigación contiene un nivel tan alto de estos metales que se vuelve venenosa para todo aquel que la bebe. Incluso se ha encontrado aluminio en el cuero cabelludo de vecinos de la zona, quienes se ofrecieron voluntariamente a hacerse pruebas de toxicidad.

¿Quién los envía?

Una pregunta fundamental es saber quién podría estar interesado en hacer este daño…Siempre que se hace esta pregunta se apunta a las potencias mundiales, quienes estarían probando a través de los chemtrails nuevas opciones de armas para atacar en un futuro a sus enemigos.

Las mega corporaciones de la industria agroalimentaria están en la mira de todas las sospechas ya que -al tener muchos intereses y poder económico- se presume que presionan a los gobiernos para que les permitan realizar sus misteriosas prácticas. Además, sus primeros avistamientos coinciden con la aparición de la trasnacional Monsanto y su paquete biotecnológico.

Otra de las hipótesis que se baraja hace responsable a las corporaciones de la industria farmacéutica y laboratorios clínicos, ya que la dispersión de estos agentes patógenos que enferman a las personas favorecería a sus intereses.

Algunos escépticos simplemente piensan que es una nueva tecnología que utilizan estos aviones y otros más optimistas consideran que usan el aluminio para dispersarlo en la atmósfera con el fin de crear una supuesta “capa” que atenúe los efectos del calentamiento global.

Por otro lado, hay teorías que asocian estos aviones a proyectos relacionados con la modificación del clima, pero la verdad es que a ciencia cierta nadie sabe quién los envía y qué propósitos ulteriores esconde.