[Historia Hot] Locuras de Año Nuevo

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Año Nuevo es una fiesta que se siente en el aire, todos cambiamos nuestro ánimo, estamos contentos y expectantes de lo que nos deparará el futuro. Cábalas, rituales y una serie de otras costumbres se apoderan de nuestra noche para hacer de ella algo mágico y especial.

Habíamos planeado con mis amigas pasar el 31 de diciembre juntas y luego ir a una fiesta, nos arreglamos, preparamos una rica comida y a las 12 empezamos a abrir las botellas de champaña, bailamos y reímos sin parar, yo estaba saliendo con un tipo que me tenía loca y muchas veces eso me hacía reaccionar de impulsiva y solo de pensar en él perdía la cabeza.

0:30 y me llega un mensaje: “Feliz Año Nuevo Dani, espero que este año TODOS tus deseos se hagan realidad, porque te lo mereces”. Después de ese mensaje, no sabia si estaba todo bien entre nosotros o todo mal. No quería que me arruinará la noche, así que lo ignore y seguí disfrutando.

A mis amigas y a mí, nos habían regalado unas entradas al V.I.P de una de las mejores fiestas de Santiago, llegamos, pasamos por la barra y seguimos disfrutando de la música en la pista de baile. De mi chico, no chico, no sabía nada, nunca me contó sus planes de Año Nuevo, lo único que sabía de él era ese mensaje, del cual claramente no sabía que pensar.

Lo estaba pasando increíble, me aparte un segundo para ir al baño y al salir me encuentro con él.

-Hola Dani, sabía que te encontraría aquí
-Acá en el baño? Dije de forma irónica
-Acá en esta fiesta
-Bueno sí, aquí estoy.

Y volví a bailar con mis amigas, a los pocos minutos llega y me dice:
– Puedo conversar contigo?
-Obvio, dime..
-Vamos a la terraza?

Salimos y empezamos a conversar, de lo que pasaba entre nosotros. Mientras más me hablaba, más ganas me daban de besarlo y sentía que no me podía resistir, así que simplemente me lancé a su boca y lo besé con todas mis ganas, él me correspondió y seguimos así por un largo rato más.

-Vámonos de acá
-A dónde quieres ir?
-Te voy a llevar a un lugar que te va a encantar

Nos subimos a un taxi y partimos a su departamento, entramos agarró una manta, una botella de vino y dos copas.

-Ven, subamos.

Llegamos a la azotea de su edificio, se veía toda la ciudad, era un escenario perfecto y romántico para comenzar el año. Conversamos, nos besamos y a la luz de las estrellas hicimos el amor, una y otra vez.

Nos dormimos exhaustos y con los cuerpos entrelazados, despertamos al amanecer y seguimos disfrutando de nuestra piel y de un nuevo año.